Comentario: “Porque son niña tus ojos” Gustavo Adolfo Bécquer

Comentario: "Porque son niña tus ojos"
Gustavo Adolfo Bécqer

"Porque son niña tus ojos", es un poema escrito por el poeta y narrador Gustavo Adolfo Bécquer. Por ser un romántico tardío, Bécquer ha sido asociado igualmente con el movimiento posromántico. La obra más destacada de Bécquer fue rimas y leyendas, la cual junto con muchas otras lograron cultivar la literatura de ese tiempo. Aunque en vida el poeta alcanzo cierto prestigio fue después de su muerte y tras la publicación del conjunto de sus escritos cuando alcanzo la fama que hoy se le conoce. El poema que analizamos es del movimiento del Romanticismo. El poema "Porque son niña tus ojos es el siguiente:

Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar, te quejas;
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva,
y verdes son las pupilas
de las huríes del Profeta.

El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera;
entre sus siete colores
brillante el Iris lo ostenta,
las esmeraldas son verdes;
verde el color del que espera,
y las ondas del océano
y el laurel de los poetas.

Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta,
en que el carmín de los pétalos
se ve al través de las perlas.

Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean,
pues no lo creas.

Que parecen sus pupilas
húmedas, verdes e inquietas,
tempranas hojas de almendro
que al soplo del aire tiemblan.

Es tu boca de rubíes
purpúrea granada abierta
que en el estío convida
a apagar la sed con ella,

Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean,
pues no lo creas.

Que parecen, si enojada
tus pupilas centellean,
las olas del mar que rompen
en las cantábricas peñas.

Es tu frente que corona,
crespo el oro en ancha trenza,
nevada cumbre en que el día
su postrera luz refleja.

Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo creas.

Que entre las rubias pestañas,
junto a las sienes semejan
broches de esmeralda y oro
que un blanco armiño sujetan.

"Porque son niña tus ojos", está compuesto en su mayoría por una variedad de versos octosílabos con rima asonante. También incluye algunos versos heptasílabos. Está  estructurado a través de estrofas formadas por cuatro y cinco versos, denominadas cuartetos y quintillas. La principal característica resaltada en el poema son los  bellísimos ojos de la joven describiéndolas en versos como, "brillante el Iris lo ostenta". También contiene estribillos, los cuales consisten en unos cuantos versos que se repiten a lo largo del poema.

Bécquer usa el poema para de los hermosos ojos de una dama, de quien también nos da otras características. Nos habla por ejemplo de su cabello describiéndolo como:  

                                     "Es tu frente que corona[1],

                                      crespo el oro en ancha trenza,

                                      nevada cumbre en que el día 

                                      su postrera luz refleja".

Este verso nos indica que la joven es rubia con un cabello hermoso y brillante. En otros versos nos habla de su rostro diciéndonos que tiene las mejillas rosas y dientes hermosamente blancos. También nos da características de sus ojos al enojarse, "tus pupilas centellean", dándonos a entender lo fuerte de su carácter. Los estribillos nos hablan de que la joven no se siente tan bien consigo misma en razón de sus ojos, ya que cree que son demasiado hermosos para su cara. Es un poema claro ya que no nos cuesta mucho trabajo entender las  metáforas que usa. La función de los adjetivos es muy importante ya que nos ayuda a entender las características principales de su referente.

Por sus palabras y particular expresión, es un poema hermoso, uno de los más hermosos que el poeta compuso, según nosotros.

Es un poema rico en lenguaje y hermosura, es dulce y suave al oído y penetra muy profundo en el corazón. Para nosotros Bécquer es uno de los mejores poetas que haya habido. Este verdaderamente es un poema tan fuerte que haría sentir a un bello ángel de ojos verdes que verdaderamente es preciosa, única y de naturaleza exquisita e insuperable.  

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[1] Poema, “Porque son niña tus ojos” de Adolfo Bécquer.